LAS TRES PANDEMIAS.


LAS TRES PANDEMIAS,

El  mundo, se encuentra convulsionado. Se rompen sus estructuras. Es ese "Panta rei" de Heráclito: "Todo cambia; nadie se baña dos veces en el mismo río".

Ya algunos de los más importantes gurús del pensamiento y de la ciencia lo predecían, pero parecía que clamaran en el desierto. Los "otros sabios" no los consideraban. Recordemos ese "E pur si muove" de Galleo, denostado por la comunidad científica general, que al final tuvo que darle la razón.

Nos asola no una pandemia, sino tres: pandemia de salud (la más esencial para nosotros, pues primero es la salud y luego todo lo demás), la de la Economía y, finalmente, la que pudiéramos denominar social y de valores.

Esta pandemia "tripartita" a afecta a todo el mundo, pero nos centraremos especialmente en nuestro país, que es donde vivimos,

Miles de fallecidos en nuestro país con cifras escalofriantes. Miles de contagiados... Y las cifras  se estima son aun mayores que las que conocemos. Se trata, parece, de un virus mutante, por lo que no hay que bajar la guardia. El Estado debe prevenirse no solo para este virus, sino para futuras invasiones víricas, muy probables.

La pandemia vírica afecta también al mundo de la Economía. Nuestro país, muy endeudado, aun se endeudará más y habrá una gran crisis económica. Va a crecer sobremanera el número de parados y la precariedad se instalará e  nuestro ámbito.

Y la pandemia social. El mundo de las relaciones humanas y sociales, nuestros hábitos de vida, nuestras costumbres... todo va a sufrir un hondo cambio. Ya nada será igual. Ahora pasaremos una difícil transición hasta acomodarnos a los nuevos tiempos. Ojala esta transformación sea para bien. Si se saca "provecho" de lo que sucede, puede verse una sociedad más abierta, más humana, en que los valores morales prevalezcan. Hay hay una hipocresía, mucho consumismo, un culto a lo intrascendente... ¿Puede el futuro inmediato depararnos una sociedad mejor, amante de la naturaleza, no  malgastadora, sin tanta diferencia entre ricos pobres...?  Difícil, pero creo que, en medio de esta tormenta,  puede ser algo e esperanzador. Habrá que esperar.

En fin, valgan nuestras  reflexiones en estos momentos trascendentales para la Humanidad.

Las consecuencias del coronavirus no se puede prever, pero al menos se pueden vislumbrar.

 Demos paso a la esperanza de "un mundo nuevo" y mejor, como la famosa canción de Karina.

Siempre nos quedará París.

Esto en Alicante, a 26-4-20.

 Feliz confinamiento, amigos.


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