CADA LIBRO UN RETAZO DE MI VIDA: NOEL CLARASÓ..

 NOEL CLARASÓ.



En los años cincuenta, aparece una colección titulada "Novelas Pulga".

Fueron 500 libros.

Eran títulos en pequeño formato que se vendían, en pesetas a 1,50, excepto los números Pulga "gigantes", con un precio algo mayor. Eran sumamente reducidos, casi miniaturas y se vendían muy bien.

Yo llegué a tener casi toda la colección.

Una de las novelas que más me gustó fue "Biografía de un hombre cualquiera", del escritor catalán Noel Clarasó.

Narraba la historia de un hombre sencillo, vulgar, nada del otro mundo, que llevaba una vida gris. Su trabajo de oficinista, su matrimonio, sus hijos... No destacaba en nada y por eso era "un hombre cualquiera". Al fallecer, una esquela  en el periódico y ya está.

Me gustó mucho el libro, pues enaltece lo vulgar, lo corriente, lo ordinario de la vida. El ser gris, que en nada destaca y que lleva una existencia  rutinaria...

El libro es de 1954 y ocupa un lugar importante en  mi  biblioteca aunque casi no se ve, de lo pequeño que es, casi  un miniatura.

En esa época yo estudiaba en Murcia el bachillerato elemental y mi familia vivía en la calle Simón García. Al final de la calle y frente a Correos estaba el quiosco de Panduro, donde yo compraba el "Línea", periódico de la ciudad y la provincia, y algunas novelas (con la asignación que mis padres me daban). Mi edad era de entre 12 y 14 años y en ese tiempo, las novelas Pulga las leía vorazmente.

Recuerdo algunos títulos aparte del citado, que me cautivaron. Ese "André pas de Chance" de César González Ruano, "El anillo de los Nibelungos", "El dux y la dogaressa", las expediciones de Cousteau. La biografía del tenor Gayarre me entusiasmó, así como la de Rimski Kórsakov, el compositor ruso que es autor de la sinfonía "Capricho Español".

Al superar la Reválida de bachillerato elemental, caí enfermo de ictericia. Mientras me recuperaba en la cama iba leyendo y leyendo, al tiempo que en las esquinas de mi dormitorio lo gusanos de seda hacían su capullo. Mi madre se enfadaba:

-Esos gusanos... Están por todas partes.

Hay que decir que eran gusanos muy limpios, y se alimentaban de morera.

Yo vendía la seda y me daban  bastantes pesetas, que utilizaba para comprar tebeos: "Roberto Alcázar y Pedrín", "Hazañas bélicas", "El guerrero del antifaz"...

Mis dos etapas de lectura voraz fueron en el bachillerato elemental y al estudiar  Pedagogía en la UNED: a tope.

Hoy, mi biblioteca residual, lo que va quedando tras tantos cambios de domicilio, donaciones, trasiego... tiene una "representación" de las novelas Pulga y de los libros de Pedagogía, pero se han ido incorporando otros de variada temática.

Este es el libro que hoy me trae recuerdos de mi vida en  el periodo 1954-1958, aproximadamente. Uno es sobre "El Rincón de Pepe", que se inauguró en esa época y yo era muy amigo de Paquito, el botones dele Hotel- Restaurate. Hoy "El Rincón de Pepe" es algo emblemático de la ciudad. Bueno, en realidad siempre lo ha siso.


El gran novelista catalán Noel Clarasó, autor de "Biografía de un hombre cualquiera".


En fin, una vida y un libro. Esta vez, con el gran Clarasó, uno de los mejores escritores de la época que escribió guiones de cine, novelas de terror, novelas policíacas... Obtuvo varios premios literarios, destacando el "Premio  Rexells" de novela. Un fenómeno.

Esto en Alicante, a 26 de abril de 2019.

Confinado pero feliz.

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